martes, 5 de octubre de 2021

No es fácil acariciar las sombras que deja el día



No es fácil acariciar las sombras que deja el día

cuando se ha marchado sin apenas dinamita.

Una voz allí, un rostro más allá: inconstantes 

gestos amalgamados para dar forma a la nada.


A veces sucede que la velocidad se traga

la única verdad que nos ensancha el alma, 

que no es otra que pasar la tarde contigo

bogando sin descanso en el juego de los niños,

felices de hallar una isla

que nos salve de pantallas y rutinas.

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