jueves, 19 de julio de 2018

Penetra. Hilo peinado



Hoy el pasado me requirió un expurgo. Mi madre, que ya lleva haciendo desde hace demasiado tiempo de guardamuebles, guardalibros, guardacartas y demás quincallería de mis años mozos, me dio un ultimátum hace unos días. Con toda la razón del mundo, me instaba a que hiciera limpieza de cajas llenas de papelajos y libretas para poder aprovechar el espacio que lleva 25 años prestándome desde que me fui. Como todo el mundo sabe, el movimiento del ayer conlleva encuentros de muy diferente cariz: cartas de amor, diarios, colecciones de cosas inservibles y recortes de prensa (estos recortes, casi todos de suplementos culturales, hicieron la función de darle a un estudiante tieso la oportunidad de saber qué se cocía en el mundo literario de aquella época). Entre los muchos objetos que han ido saliendo, mi hermano ha dado con este ejemplo de finesse nacional. Colocaré aquí los elementos constituyentes de tan gran hallazgo:


ALGODÓN ELASTANO “PENETRA”
HILO PEINADO
Fomenta empleo, producto español, máxima calidad, viste moda natural.



Del careto del señor sólo he podido saber que tal vez se trate de Esteban Corral Sánchez, propietario de la marca sita en Guadalajara. La leyenda que rodea el núcleo de la etiqueta no deja lugar a dudas de que este señor es tan buen patriota como dudoso esteta. Lo que más sorprende es que la etiqueta viniera en unas sábanas adquiridas por nuestra madre en una mercería del pueblo. Al parecer son apreciadas por todas las doñas del lugar por su incuestionable calidad. 

Dejo aquí, pues, este testimonio impagable e imperecedero del disseny carecense para la reflexión de todo aquel que ande preguntándose si realmente son necesarias las escuelas de diseño en España.