Posición, captación y plasmación. Soy el Antonio López de las tostadas. Por la mañana, cuando hinco el diente en el crujiente pan con que acompaño mi despertar, observo las fachadas de los edificios que cierran el horizonte de la ventana de la cocina. El sol inicia su presencia en la Tierra jugando con los colores de estas superficies: un naranja incipiente que luego comienza a dorarse y finalmente enrojece hasta dejar la promesa de un espectáculo glorioso del que la obligación de comparecer en la Granja a currar me privará. No saben los habitantes de estos edificios que mientras ellos se acicalan para marchar hacia sus otras granjas de trabajo una paleta de luz prodigiosa adecenta la perlita de sus muros. Buena mañana.
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