Hoy el pasado me requirió
un expurgo. Mi madre, que ya lleva haciendo desde hace demasiado
tiempo de guardamuebles, guardalibros, guardacartas y demás
quincallería de mis años mozos, me dio un ultimátum hace unos
días. Con toda la razón del mundo, me instaba a que hiciera
limpieza de cajas llenas de papelajos y libretas para poder
aprovechar el espacio que lleva 25 años prestándome desde que me
fui. Como todo el mundo sabe, el movimiento del ayer conlleva
encuentros de muy diferente cariz: cartas de amor, diarios,
colecciones de cosas inservibles y recortes de prensa (estos
recortes, casi todos de suplementos culturales, hicieron la función
de darle a un estudiante tieso la oportunidad de saber qué se cocía
en el mundo literario de aquella época). Entre los muchos objetos
que han ido saliendo, mi hermano ha dado con este ejemplo de finesse nacional.
Colocaré aquí los elementos constituyentes de tan gran hallazgo:
ALGODÓN
ELASTANO “PENETRA”
HILO
PEINADO
Fomenta
empleo, producto español, máxima calidad, viste moda natural.
Del
careto del señor sólo he podido saber que tal vez se trate de
Esteban Corral Sánchez, propietario de la marca sita en Guadalajara.
La leyenda que rodea el núcleo de la etiqueta no deja lugar a dudas
de que este señor es tan buen patriota como dudoso esteta. Lo que
más sorprende es que la etiqueta viniera en unas sábanas adquiridas
por nuestra madre en una mercería del pueblo. Al parecer son
apreciadas por todas las doñas del lugar por su incuestionable
calidad.
Dejo aquí, pues, este testimonio impagable e imperecedero
del disseny carecense para la reflexión de todo aquel que ande
preguntándose si realmente son necesarias las escuelas de diseño en
España.