Me preguntas cómo se resguarda uno de las inclemencias de la vida
y cómo lograr que el viento que eriza
el lomo de los desiertos no venga a levantarnos de la cama
y cómo saber que el rastro del carmín
que exhiben las copas es el tuyo y nada más
y cómo ahuyentar el desvarío de las
figuras troqueladas
y cómo encender el cromatismo de las
luces que se apagan, que nos alejan y que no nos dejan vernos.
Me preguntas para encontrar una
respuesta que tardarás cien vidas en oler.
No dudes de que merecerá la pena.
Sublime, mon amour...
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