domingo, 27 de septiembre de 2015

Invisibilidad



En oscuros cuartos de alquiler hay hombres enjutos proyectando “proyectos” luminosos, equidistantes del éxito y del fracaso, “proyectos” rotundamente felices, coloridos, ingeniosos y llenos de apasionada fuerza. Son el milagro definitorio de una vida pequeña y atribulada. Estos hombres proyectan “proyectos” para que los presenten otros hombres, oscuros y felices, que con mandos de control remoto encienden las luces de largos senderos que llevan hasta casas de inmensas cristaleras diáfanas asomadas a verdes bosques. Dos mundos opuestos que se necesitan estérilmente el uno al otro: la mano y el dedo; la sombra y la luz; la insalubre galera y el higiénico puente de mando. Si se invirtieran los términos, si el hombre que presenta e inaugura “proyectos” hechos realidad fuera colocado en un oscuro cuarto de alquiler de patios interiores y olor a fritanga, es probable que el mundo se parara. Hay que procurar un urbanismo y una arquitectura que cree espacios para el talento y que invierta la condición de invisibilidad que sufren los creadores en el mundo contemporáneo.   

1 comentario:

  1. Me encanta el olor a fritanga por la mañana...se echaba de menos.

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