El verano acabó en
Madrid al calor de lo que la linda Tita Cervera y sus museum boys
decidieron programar como exposición estrella para el 2012: Edward
Hopper y sus evoluciones hacia la concisión de un cuadro como “Dos
comediantes”, el último que pintó antes de morir.
La obra total
de Hopper plantea una paradoja en cada estampa: el pintor firmaba con
mayúsculas cuando todas sus pinturas estaban traspasadas por motivos
aparentemente menores. Incluso la Naturaleza, cuando aparece, figura
sin épica ni heroicidades. Soledad, incomunicación. Hopper viene de
una tradición que usa el ennui, el
spleen, el
aburrimiento, como inspiración para algunos de sus óleos. La épica
del siglo que se fue y del que empieza está en nuestros salones y
nuestros dormitorios, incluso en los habitáculos de nuestros coches,
ahí donde tenemos que lidiar con la certeza de que somos los que
queremos ser. Las personas que se asoman a la realidad desde el
interior de cada cuadro viven introspectivamente en el
ensimismamiento de sus historias. Por eso nos gusta Hopper –a pesar
de haberse convertido en un tópico en pósters y portadas de libros–, porque nos sitúa ante el espejo de nosotros mismos o de otros que
pensamos que no se nos parecen.
Me
gustaron las nunca vistas acuarelas, donde muestra un dominio del
juego de las luces y los matices. Disfruté sus tonos de azules y sus
contrapuntísticos rojos. Del impresionismo del epígono a la
brillantez del que construye un estilo propio, Hopper nos deja
reflexivos y sin respuesta. En el cuadro que cité arriba, “Dos
comediantes”, aparecen el pintor y su esposa de la mano, ataviados
como tales a pie de escenario, aparentemente despidiéndose de un
público fuera de campo. Creo que ahí sí está la épica que se nos
niega en el resto de lienzos: la vida que Hopper presintió que se
acababa, la justa medida del agradecimiento y la salida del
teatro-vida como lo que somos, los actores de una comedia que no
escribimos nosotros.
Si
pasan por la capital, no se lo pierdan.
Bestial, Manolin!! Que dominio....Nadie lo hubiera expresado mejor.
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