El disco más feliz de
toda mi discoteca de jazz se lo debo a mi amigo Luisma. Se llama
“Hello Herbie” y en él se afanan por hacer una música
maravillosa Oscar Peterson (piano), Herb Ellis (guitarra), Sam Jones
(bajo) y Bobby Durham (batería). Cualquiera que haya oído con
atención los discos donde aparece el bueno de Oscar, ya sea como
cabeza de cartel, ya sea como acompañante, habrá constatado que
estamos ante un hombre bondadoso, un hombre que toca y deja tocar. Un
telegrafista que teclea al fondo de la sala cuando en la puerta
alguien silba prodigiosamente, un obrero del piano cuando acompaña
por atrás y tiene que estar ahí, pero el foco recae sobre otro. El
blues y el swing que contenían los dedos de Peterson lo coloca al
lado de los artistas cuya intuición los emparenta con seres capaces
de traspasar la línea entre lo mundano y lo genial.
Oigo los 7 temas de
“Hello Herbie” cuando ya el verano declina y la savia de los
árboles se recoge para regalarnos los colores de otoño. A lo lejos
veo a los últimos bañistas de la piscina de la urbanización,
ajenos a que sus cuerpos se muevan hoy al ritmo de estos musicazos.
El bueno de Lucho, el socorrista argentino que ha estado velando
nuestras evoluciones natatorias y que el domingo vuelve a su país,
anda por el borde de la laguna clorada con el paso vacilante del que
se vuelve a su lugar y deja amigos en la distancia. La ecuación de
la melancolía contiene las constantes del tiempo y el espacio sin
valores prefijados.
Amigos, se va el verano
glorioso del 2012. Dichosos los que hayan llegado hasta aquí. Nos
espera la felicidad de los ocres y de los primeros fríos. Oscar
Peterson sería una buena compañía para ver caer las hojas. Mil
gracias de nuevo Luis.
Oscar sí. Brad no.
ResponderEliminarPitt?
EliminarMehldau...
EliminarDe nada, Brothel.
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