sábado, 8 de septiembre de 2012

Volverá el "quejío"



Viví 8 años sin interrupción compartiendo pared con Maki Yokota, una señora japonesa de edad indeterminada (oriente no cree en el paso del tiempo) que lleva otros 30 en la City. La trajeron hasta aquí los efluvios flamencos que llegaban a su Tokio natal allá por los ochenta. Dejó madre y hermano en pos de una transculturación liberadora que la convirtió en una de las primeras bailaoras niponas en estos pagos sureños. Luego el destino guasón le jugó la mala pasada de colocar bajo su casa (de la mía también, para qué os voy a contar más) una academia de flamenco de dudosa insonorización. Maki siempre me recordó al japonés que interpreta Mickey Roonie en Desayuno con diamantes, siempre quejándose de la vida doméstica de la Hepburn. A cualquier anomalía acústica que hubiera en mi casa, siempre ponía un comentario socarrón cuando nos encontrábamos en la escalera: “anoche poco de fiesta”, “has montado muebles mucho”, “Qué suerte poder hacer obras en verano”. Su español es telegramático pero afilado. La academia la dejó lista.


El otro día la encontré en la calle. A sabiendas de que no es muy dada a grandes conversaciones, opté por preguntarle si había visto algo bueno en la Bienal de Arte Flamenco de este año, que está teniendo lugar ahora mismo en la ciudad. “Yo ya he visto todo lo bueno hace años. El mundo ha cambiado; el flamenco también. La gente ha visto la tele y ha viajado. Todo es diferente ahora. Ojalá con la crisis vuelva el quejío”. Y se fue. Plantado me dejó con el picaporte en la mano y dándole vueltas a este conciso proverbio contra la vacuidad y la capitalización del arte.

Llegan tiempos de inmersión a las profundidades de nuestros tiempos pasados a la búsqueda de ostras cuyas perlas iluminen nuestras preguntas. Para los melancólicos del mundo de ayer y para los optimistas del porvenir: sólo nos queda esperar la autenticidad del quejío, venga por donde venga. 

3 comentarios:

  1. deixao ire... que no volva, mellor
    apertas poderosas, meu!

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  2. Oh! Qué alegría más grande volver a encontrarte por acá! Apertas tamén para ti, meu.

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  3. si quejío aldea de jabugo
    por los picos de la sierra
    va rajando
    insonorízate

    salute compai

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