Cuando tu ausencia es tan real
como que el tiempo se fue;
cuando todo es tan imposible como que
los vasos,
los barcos y las nubes tengan
constancia de que existo,
me gusta pensar en que no me pediré
cuentas a mí mismo
por lo que no vi ni sentí ni reparé.
Bastaría con volver al punto en que
todo dejó de pesar.
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