Lucen los verdes eléctricos, esquivos y remotos del invierno.
La acuática ilusión de los riscos
se diluye en improvisadas cascadas de furia y viento.
Con cuarenta años,
el soñoliento ambiente de las lluvias sobre los campos
es el paisaje natural de la búsqueda:
la imaginación nimbada del cielo remoto
o la enfangada superficie del campo.
Deseo y realidad...
Y soñar con barcos transoceánicos.
(En tren hacia Madrid, atravesando la tormenta)
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