jueves, 14 de abril de 2011

Sífilis y molletes

Aunque no les resulte familiar, el egipcio Khalil-Bey (1831-1879) tiene su importancia en la historia de la pintura del siglo XIX. Tras una formación parisina, su trabajo como diplomático lo llevó por las ciudades europeas más importantes de la época. Atenas, Viena y San Petersburgo sirvieron como telón de fondo para sus embajadas pero también para sus perdularias aficiones como habitual de los mejores burdeles del lugar. Donde años más tarde vería sus primeras luces monsier Nabokov, una joven caucásica le dejó marcado para siempre con el caprichoso y portátil regalo de un sifiloma. El gálico y su amistad con pintores como Courbet y Ingres le salvaron del spleen del sifilítico. Ambos contribuyeron a decorar el gabinete del erotómano: uno con su lúbrico Origen del mundo; otro con su cárnico Baño turco.


Hace ya demasiados años, mi amigo Lan y yo viajamos al Musée d'Orsay en busca cada uno de lo nuestro. Cuando le dije que para mí era fundamental ver el lienzo de Fantin-Latour Un rincón de mesa porque en él aparecían mis panas Verlaine y Rimbaud, me manifestó que no sólo consideraba el cuadro falto de interés, sino que además lo que él quería ver era un magnífico (atiendan a que aquí el adjetivo está usado en su justa medida, pues habrán notado ustedes que cualquier mona pseudo-letrada de hoy día abusa de él por culpa de la decanonización general de todo) coño pintado por Courbet. He de admitir que ante la visión de tal tela Paul y Artur me parecieron unas viles monas.

Con el tiempo he sabido que El origen del mundo no sólo provocó el malestar entre cierta burguesía parisina; además produjo la enemistad entre Courbet y el también pintor Whistler, a la sazón  estadounidense y novio de la modelo Joanna Hifferman, dueña del prodigioso torso. El norteamericano no le afeó nunca que la tomara como modelo –también aparece en El sueño en actitud claramente lésbica–, simplemente le pareció inadmisible que para llegar a tal realismo mirara tan de cerca los genitales de la dulce Joanna.

Como bien saben, mis queridos fritangas, gusto de adornar la anécdota real de todo este aparato de citas y vana erudición antes de llegar a la ruda y sabrosa realidad. En mis años de juventud, el azar me dio la oportunidad de oír las quejas de una desconsolada madre que contaba a pie de barra las cuitas capilares de su hija de apenas seis años. Por un trastorno hormonal, la cría exhibía a tan tierna edad unos bracitos más propios del hombre lobo que de una ninfette. La culminación de la historia aún hoy creo que no ha perdido su valor como muestra de la capacidad del pueblo para crear metáforas insuperables. La desesperada madre, ante el intento de su interlocutora en quitarle peso al asunto, le dijo a ésta: "Chiquilla, es que la niña con seis años na má ya tiene to er mollete vestío". Que Santa Joanna Hifferman la acoja en su seno.

6 comentarios:

  1. El título de la obra es "El origen del mundo", pero nosotros en casa lo llamamos "El hachazo", para no equivocarnos.

    ResponderEliminar
  2. Ese cuadro lo he visto yo también en vivo y en directo, y era el que más japoneses a su alrededor convocaba de todo el museo...

    ResponderEliminar
  3. Buenos días,

    Desde Infosalud nos gustaría poder contactar con ustedes a través de correo electrónico para poder enviarles una propuesta de colaboración que hemos elaborado.

    Gracias por su atención

    Esperamos su respuesta

    Un saludo

    Laura Fernández

    ResponderEliminar
  4. ¿Dónde quedaron esos bosques salvajes a lo Cantudo? Ahora es todo tan light, con una anchoa irrisoria y el resto del pubis sin vetas, inmaculados, blanquecinos. Les falta rigor y más pelambrera a estas vaginas postmodernas.

    ResponderEliminar
  5. Nada mejor explicado al más puro realismo pagano y sin un ápice de religiosidad…compleja. Sí tal vez bastante impío pero eso qué más da, de la que es verdaderamente nuestra diosa, aquí y en el más profundo lugar del inobservable universo de los múltiples poliversos. No sólo es la obra cumbre que pone en su sitio a idiotas y sacerdotes, a laicos, políticos, mendigos, y otros popes, por no decir obispos, cardenales y gentes que por tener dinero ya se creen más cerca de los cielos que en ésta se resumen y recogen todas las verdades de este mundo llamado tierra en femenino aunque su globo terráqueo sea masculino.
    Si verdaderamente tuviera que imaginar, algo que difícilmente lo veo por no decir imposible de tragar incluso, un demiurgo, éste sería ella y que detrás de esa pelambrera la única y verdadera razón para quererla aunque en ningún momento necesitase ni de la misma, ni ella de mí, ni saber de su existencia...¿Entonces, qué coño hay en la necesidad de adorar a un ente, pura entelequia? Pura y falsa entelequia, sí.
    El motivo es otro: Es, entre otros que aquí omito y no por espacio sino por tiempo, es puro instinto y por someter a otros hombres a las ideas de aquellos que hablando de "Dios/dioses/odiosos" pretenden ir repartiendo a diestro y siniestro palabras y palabras que se inventan o “teosofían” con el fin de vivir como verdaderos dioses y a todo tren bala... Algunos hasta de balas rasas y luego hipócritamente aparentando otra vida de casulla y estola. Falacias sumas y rebuscadas que lo único que consiguen es demostrar, una vez más, que sólo creen, los que creen , por ignorancia o por interés o por ambas cosas. Pues si nos remitimos a qué fue antes el huevo o la gallina, yo digo que lo primigenio en realidad fueron ambas y éstas ya venían de una genética cósmica anterior de otro plasma abuelo, de otro bisabuelo, bla., bla., bla...Pues si de este engendro que fue aún sigue habiendo fondo y radiación, de otro aún anterior nos quedan buenos restos y hacia otro daremos lugar y así sucesivamente hasta formar una repetición de aquel al que mal llamaron caos por no encontrar el punto en que se repite el ciclo y ser cuasiinfinito...
    ¿Entonces, qué necesidad tiene un ente, un ser - ser sin sentido o sinsentido informe- de ser adorado?
    ¿Acaso tiene conciencia de nosotros o por un poco, cuando no somos más que una mota “nanomilmillonésima parte de otra imperceptible o cuasi infinita e invisible en los "ojos de ese ente ciego"....
    ¿Acaso a nosotros, nos adoran los linfocitos T que nos trabajan cuando sucumbimos a la fiebre? ¿Nos montan altares y aras o simplemente lo hacen y no nos enteramos y nosotros les pagamos con más y más conflictos armados, enfrentamientos y otras metáforas humanas?

    El origen del mundo, del bien, del mal y también del montón de prejuicios de montones de purpurados, de imanes y de lamas, entre otros, es éste; ese miedo ancestral al coño femenino por medio del cual han nacido los hombres más humildes y los más aberrantes, las mujeres más idem y aquellas que luego han repetido un nuevo ciclo de vida, aquellas que son tan capaces, iguales a todos, sin diferencias y de las que tomar ejemplos...Y , en este caso, siempre me referiré a aquellas/os que sin interés han sido por encima de todo buenos hombres y estupendas mujeres, sin intereses ni falsas promesas...Librepensadores, por encima de todo.
    Contra todo pronóstico, adelantados a sus tiempos que me da que llevan más razón que un “*onomástico” y que luchan contra un pensamiento vulgo y descubren el verdadero significado del mundo, de la vida y de la idea.

    El cuadro es una maravilla, pese a quien pese, incluido el impulsivo novio de la modelo...Ella, a pesar de la pelambrera, estaba de rechupete.

    Gracias amigo, salud y libertad

    *Símil figurado…

    [PD: Su exposición, una gozada]

    ResponderEliminar